¡Protege tu corazón! Un estilo de vida saludable reduce la mortalidad después de un infarto en un 59%
Después de sufrir un síndrome coronario agudo, como un infarto, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de eventos isquémicos y mortalidad. De acuerdo con los estudios, seguir hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaquismo puede reducir hasta un 35% los eventos isquémicos y un impresionante 59% la mortalidad total. Esto destaca la importancia de la prevención y el cuidado personal para mejorar la calidad de vida y aumentar las posibilidades de recuperación después de un infarto. Algunas de las medidas clave incluyen la actividad física regular, una alimentación rica en frutas y verduras, y el control del estrés. Al adoptar estos hábitos, no solo se reduce el riesgo de complicaciones cardiacas, sino que también se mejora la salud general, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes. La adopción de un estilo de vida saludable es, por lo tanto, una inversión a largo plazo en nuestra salud y bienestar.
