¡Alto ahí! ¿Por qué te obsesionas con las críticas y ignoras los elogios? La ciencia detrás de tu autocrítica

¿Eres de los que se quedan enganchados a las críticas y olvidan los cumplidos? Descubre por qué
¿Te resulta más fácil recordar las críticas constructivas (o no tan constructivas) que los halagos? Si es así, no estás solo. Muchas personas tienen una tendencia a enfocarse en lo negativo, incluso cuando hay abundancia de cosas positivas. Pero, ¿por qué sucede esto? La psicología nos ofrece algunas claves fascinantes.
Más allá de la autoexigencia: El sistema nervioso en juego
Si bien la autoexigencia y el perfeccionismo pueden ser factores, la realidad es que esta tendencia a la autocrítica puede tener raíces más profundas. Nuestro sistema nervioso juega un papel crucial. La neurociencia ha demostrado que el cerebro está programado para prestar más atención a las amenazas y a las experiencias negativas. Esto es un mecanismo de supervivencia ancestral: en un mundo peligroso, era vital estar alerta a las posibles amenazas para evitar peligros.
El sesgo de negatividad: Una trampa evolutiva
Este fenómeno se conoce como sesgo de negatividad. Básicamente, el cerebro procesa la información negativa con mayor intensidad que la positiva. Una crítica, incluso leve, puede generar una respuesta emocional más fuerte que un elogio equivalente. Esto se debe a que la crítica se percibe como una potencial amenaza, mientras que el elogio se considera algo más neutral.
¿Qué factores influyen en tu autocrítica?
- Experiencias pasadas: Si has experimentado críticas constantes en la infancia o en relaciones anteriores, es probable que hayas internalizado este patrón de pensamiento.
- Baja autoestima: Una baja autoestima puede hacerte más vulnerable a las críticas y menos capaz de apreciar tus logros.
- Perfeccionismo: El perfeccionismo te lleva a establecer estándares irrealmente altos y a ser excesivamente crítico contigo mismo.
- Ansiedad: La ansiedad puede intensificar la autocrítica y hacerte más propenso a interpretar las situaciones de manera negativa.
¿Cómo romper con este ciclo?
Afortunadamente, hay estrategias para romper con este ciclo de autocrítica:
- Conciencia: El primer paso es ser consciente de tu tendencia a enfocarte en lo negativo. Presta atención a tus pensamientos y observa cuándo te criticas a ti mismo.
- Desafía tus pensamientos: Cuestiona la validez de tus pensamientos críticos. ¿Son realmente objetivos? ¿Hay evidencia que los respalde?
- Practica la autocompasión: Trátate con la misma amabilidad y comprensión que tratarías a un amigo que está pasando por un momento difícil.
- Enfócate en tus logros: Haz una lista de tus logros, por pequeños que sean. Reconoce tus fortalezas y habilidades.
- Busca apoyo: Habla con un amigo, familiar o terapeuta sobre tus sentimientos.