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Ben Shelton se alzó con el trofeo del Abierto de Toronto, el torneo más importante de su incipiente carrera, tras una épica final donde doblegó al experimentado ruso Karen Khachanov. El joven estadounidense demostró una fortaleza mental y un talento innegable para superar la adversidad y llevarse la victoria.

La final del Abierto de Toronto fue un espectáculo de alto voltaje desde el principio. Khachanov, con su saque potente y su juego sólido, tomó la delantera en el primer set, poniendo a prueba la resistencia de Shelton. El ruso parecía encaminado hacia la victoria, pero el tenista estadounidense no se rindió.

En el segundo set, Shelton elevó su nivel de juego. Su agresividad en la red, sus golpes profundos y su capacidad para leer el juego de Khachanov le permitieron igualar el marcador. La afición, entregada, presenció un duelo de titanes donde cada punto era una batalla.

El tercer set fue un verdadero infarto. Ambos jugadores lucharon con uñas y dientes, pero fue Shelton quien logró mantener la calma en los momentos cruciales. Con un servicio certero y un juego inteligente, el joven estadounidense se impuso a Khachanov y conquistó el Abierto de Toronto.

Con este triunfo, Ben Shelton consolida su posición como una de las promesas más brillantes del tenis mundial. A sus 23 años, ya cuenta con tres títulos en su palmar, incluyendo el de Toronto, el más prestigioso de su carrera. Su estilo de juego agresivo, su físico imponente y su mentalidad competitiva lo convierten en un rival temible para cualquier jugador.

La victoria en Toronto es un impulso importante para Shelton de cara al resto de la temporada, incluyendo los próximos torneos de Grand Slam. Con su confianza reforzada y su juego en plena forma, el joven estadounidense tiene todo para alcanzar grandes logros en el circuito profesional. La afición del tenis espera con ansias ver cómo se desarrolla la carrera de esta joven estrella.