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El partido, que mantuvo en vilo a los espectadores hasta el último punto, contó con una audiencia VIP que no se quiso perder la oportunidad de animar a sus favoritos. La presencia del Rey Felipe VI, visiblemente involucrado en el desarrollo del encuentro, generó gran expectación y demostró el interés de la realeza española por el tenis de élite.

Las estrellas de Hollywood también brillaron en Wimbledon. Keira Knightley, con su elegancia habitual, y Henry Cavill, conocido por su carisma, fueron de los más fotografiados. Nicole Kidman, una de las actrices más aclamadas de la industria, disfrutó del partido desde la privilegiada zona de invitados.

Además de estas figuras de renombre, otros actores, músicos y personalidades del mundo de la moda se sumaron al desfile de celebridades en Wimbledon. La atmósfera en el All England Club era de fiesta, con la emoción del tenis combinada con el glamour de la alta sociedad.

La final Alcaraz - Sinner, más allá del resultado, se convirtió en un evento mediático de gran alcance, atrayendo la atención de los medios de comunicación de todo el mundo. La presencia de tantas celebridades contribuyó a aumentar el interés y la visibilidad del torneo de Wimbledon, consolidándolo como uno de los eventos deportivos más importantes del año.

Carlos Alcaraz, con su talento y carisma, se ha convertido en un imán para las celebridades, y la final de Wimbledon no ha sido una excepción. Su victoria, o la de Jannik Sinner, ha sido celebrada por todos los presentes, marcando un momento inolvidable en la historia del tenis.

En definitiva, la final de Wimbledon entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner fue mucho más que un partido de tenis; fue un encuentro de estrellas, un evento social de primer nivel y un espectáculo que quedará grabado en la memoria de todos los presentes y de los aficionados de todo el mundo.