Crisis en la Salud Mental Infantil y Juvenil: Denuncian Vulneraciones Sistemáticas y Exigen Acción Urgente

La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA ha alzado la voz para denunciar una preocupante situación: las graves y sistemáticas vulneraciones de los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes en el ámbito de la salud mental. Esta denuncia no es un caso aislado, sino una manifestación de una problemática estructural que requiere una atención inmediata y un cambio profundo en la forma en que se abordan las necesidades emocionales de las personas menores.
Durante años, la salud mental infantil y juvenil ha sido una sombra en las políticas públicas, relegada a un segundo plano frente a otras áreas consideradas prioritarias. Esta falta de inversión y de atención especializada ha generado un caldo de cultivo para la angustia, la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales que afectan a un número cada vez mayor de jóvenes.
¿Cuáles son las principales vulneraciones detectadas?
- Listas de espera interminables: Muchos niños y adolescentes se ven obligados a esperar meses, incluso años, para acceder a una primera consulta con un profesional de la salud mental. Este retraso puede agravar los problemas emocionales y dificultar la recuperación.
- Falta de recursos especializados: La escasez de profesionales cualificados, centros de atención especializados y programas de intervención temprana limita las opciones de tratamiento disponibles.
- Estigma social: El estigma asociado a los trastornos mentales sigue siendo una barrera importante para que los jóvenes busquen ayuda. El miedo al rechazo, la discriminación y la incomprensión les impide hablar abiertamente sobre sus problemas.
- Falta de coordinación entre servicios: La falta de coordinación entre los diferentes servicios de atención (escuelas, centros de salud, servicios sociales) dificulta la detección temprana de los problemas y la derivación a los profesionales adecuados.
¿Qué exige la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA?
La Confederación exige un cambio de paradigma que sitúe el bienestar emocional de las personas menores en el centro de las políticas públicas. Esto implica:
- Aumentar la inversión: Destinar más recursos económicos a la salud mental infantil y juvenil, tanto en la atención especializada como en la prevención y promoción de la salud emocional.
- Formar a profesionales: Incrementar el número de profesionales cualificados en salud mental infantil y juvenil y ofrecerles una formación continua de calidad.
- Crear programas de intervención temprana: Desarrollar programas de intervención temprana dirigidos a niños y adolescentes en riesgo de desarrollar trastornos mentales.
- Sensibilizar a la sociedad: Promover campañas de sensibilización para reducir el estigma asociado a los trastornos mentales y fomentar la búsqueda de ayuda.
- Mejorar la coordinación entre servicios: Establecer mecanismos de coordinación entre los diferentes servicios de atención para garantizar una atención integral y coordinada.
El futuro de nuestros jóvenes está en juego. La salud mental infantil y juvenil no es un lujo, sino una necesidad básica. Ignorar esta problemática es condenar a una generación de jóvenes a sufrir en silencio y a perder oportunidades en la vida. Es hora de actuar con urgencia y de poner en marcha las medidas necesarias para garantizar el bienestar emocional de todos los niños, niñas y adolescentes.
La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA continuará trabajando para defender los derechos de los menores y para exigir a las autoridades políticas que tomen cartas en el asunto. La salud mental de nuestros jóvenes es un reflejo de la sociedad en la que vivimos y, como tal, es responsabilidad de todos contribuir a crear un entorno más saludable y protector.