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La economía estadounidense ha experimentado un notable declive en el primer trimestre, según los informes de la administración. El Producto Interior Bruto (PIB) ha sufrido un impacto significativo debido a la implementación de los aranceles por parte del presidente Donald Trump. Este descenso en la actividad económica puede deberse a la incertidumbre generada por las políticas comerciales y la posible disminución en la inversión y el consumo. Los expertos consideran que este retroceso puede tener implicaciones a largo plazo en la economía global, afectando la confianza de los inversores y la estabilidad financiera. La situación económica actual está siendo objeto de análisis y debate, con muchas preguntas sobre el futuro de la economía estadounidense y su impacto en el comercio internacional, el crecimiento económico y la política económica.