Noche de Serenata Lunar: Secretos Susurrados en el Puerto
El muelle, viejo y de madera, se extendía hacia la oscuridad, como un dedo señalando el inmenso océano. La brisa marina, cargada con el aroma salado del algarrobo y la promesa de lluvia, era un olor familiar, un eco de hogar. Pero esta noche, algo era diferente. El aire, denso y expectante, parecía contener la respiración, esperando un secreto.
Arriba, la luna llena, majestuosa y plateada, dominaba el cielo estrellado. Su luz suave y etérea danzaba sobre el agua, creando un caleidoscopio de reflejos brillantes, transformando la superficie en un mar de diamantes líquidos. El susurro de las hojas de los árboles del muelle era el único sonido audible, una nana delicada que se fundía con el silencio profundo del océano.
Me apoyé contra la madera gastada, sintiendo la historia impregnada en cada grieta y cada nudo. Había noches como esta, en las que el puerto parecía respirar, en las que los secretos se liberaban con la marea. Recordé las historias que mi abuela me contaba de amores perdidos, de contrabandistas audaces y de tesoros hundidos. Historias susurradas al oído, envueltas en el misterio de la luna llena.
De repente, un sonido rompió el silencio. No era el crujido del muelle, ni el susurro del viento. Era una melodía, suave y melancólica, que parecía surgir de las profundidades del océano. Una serenata, cantada por una voz que parecía provenir de otro tiempo, de otro lugar. Una voz que hablaba de anhelos, de esperanzas y de la inmensidad del amor.
La música me envolvió, transportándome a un mundo de ensueño. Sentí la presencia de alguien, o algo, observándome desde la oscuridad. Una sensación de misterio y fascinación me invadió. ¿Quién estaba cantando esa serenata? ¿Qué secretos guardaba el puerto bajo la luz de la luna llena?
La melodía se desvaneció tan repentinamente como había aparecido, dejando tras de sí un silencio aún más profundo. La luna brillaba con intensidad, iluminando el muelle y el océano. Me quedé allí, solo, con la melodía resonando en mi corazón y la pregunta persistente en mi mente: ¿Qué secretos susurró la luna llena en el puerto esa noche?
El puerto, bajo la luz de la luna, es un lugar de magia y misterio, un lugar donde las historias cobran vida y los secretos se revelan a aquellos que saben escuchar. Una noche de serenata lunar, un recordatorio de que la belleza y el misterio pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
